El despistado
dejo de observar, dejo de insistir, se quedó atragantado en sus ideas y
simplemente no actuó. El astuto no
vio solución en primera instancia, pero se mantuvo alerta buscando la oportunidad,
uno, dos, tres, y al instante menos pensado vio una pequeña pero firme luz y corrió
presurosamente, la solución ciertamente estaba. El paciente, esperó y esperó hasta que un día la solución le golpeó en
la frente. Era inevitable no tomarla. El aventurero
buscó y buscó, sin pensar mucho pero nunca se detuvo, siempre en movimiento,
siempre ágil al acecho de eso que le gustaba, de lo que le impedía descansar,
como si tuviese un combustible invisible que alimentase su cerebro y subsecuentemente
cada uno de los músculos para desplazarse. La solución fue encontrada instantáneamente
cierto día posterior. El arrogante, asumió
que tenia la solución, hizo varios cálculos, llamadas, conversación con la
gente indicada y la solución apareció al día siguiente.
Cada uno de estas actitudes representan en
mayor o menor medida el comportamiento de todos los seres humanos que habitamos
este planeta (y porque no?, de los extraterrestres que han alcanzado cierto
grado de humanización. Al fin y al cabo, ellos también tienen derecho, o no?).
Estamos guiados por patrones de comportamiento que describen nuestro andar
cotidiano y que condicionan la forma en que afrontamos la solución de los
problemas. Existen quienes pueden ver la luz al final del camino con facilidad
y otros quienes a fuerza de andar terminan por encontrar la salida. Todos, absolutamente todos, son necesarios.
En principio porque representan el conocimiento base del comportamiento
individual transmitido de generación en generación y en segundo lugar, porque da
fortaleza a la biodiversidad de la selva humana.
Para los que no saben, existe una variedad de
bosque denominado siempre verde, es decir, siempre van a presentar una fracción
del bosque con hojas perfectamente hidratadas haciendo gala de su concentración
de clorofila. Este hecho se debe a que las plantas con distinta capacidad hídrica
pueden sobrevivir unas a periodos de absoluta sequedad y otras a periodos
totalmente pluviosos. En analogía a la biodiversidad de la selva humana,
personas con distinta actitud y perspectiva ante distintas situaciones, permitirán
que la creatividad aflore a plenitud y en consecuencia la evolución de rutas
descabelladas y otras no tanto, que lleven a la larga a un estado de satisfacción llamado solución.
Es esa variedad en puntos de vista lo que da origen a lo que los científicos conocemos
como Investigación, y es precisamente esta la razón por la que los
grupos especializados en cierta área de interés en general están compuestos no
solo de personas con distinto comportamiento, puntos de vista y perspectivas,
sino también distintas nacionalidades, culturas, y vivencias.
Un ejemplo simple radica en el mango (la
fruta, no la marca de ropa), considerado una exquisitez de alto costo en Europa
y sin embargo una fruta muy común en Venezuela y por tanto muy accesible. Ahora,
Una empresa que quiera colocar su base de operaciones en Francia para extraer
vitamina C de la pulpa de mango probablemente tenga que afrontar la situación de
aprovisionamiento de una forma totalmente distinta a si la empresa se localiza
en la zona central de los llanos Venezolanos. Interesante resulta entonces, la
perspectiva que tendría un Francés trabajando en esta empresa en Venezuela
observando que los gastos de flete son muy bajos y la relación ganancia/inversión
muy alta incluso colocando el producto a bajo costo; en comparación a un
Venezolano trabajando en la empresa radicada en Francia, donde no estando la
materia prima cercana, el costo del producto final será muy alto para que la
entidad industrial pueda tener ingresos aceptables y sostenibles para un nuevo
ciclo de producción.
La riqueza en las perspectivas, en los puntos
de vista, en la diversidad de razones, en la capacidad de convertir un problema
en una situación ventajosa, eso es lo que realmente admiro en los seres humanos.
El desarrollo intelectual es lo que define al individuo y le traslada a estados
mágicos de satisfacción, no solo por la sensación y capacidad de LOGRO (de
nuevo surge esta palabra, tan bien desarrollada en la lectura pasada: Que sucederá
mañana?) sino mejor aun por la potencialidad se seguir alcanzando y nunca
detenerse. De alguna forma el intelecto programado y certero pasa a conformar
todas las actitudes en una sola persona: el paciente, dado que tiene un claro
autoconocimiento, el astuto por mantenerse alerta a encontrar la solución, el arrogante
porque ya sabe que lo va a conseguir, el despistado porque comienza a priorizar
lo importante y deja cosas sin hacer, el aventurero porque se percata que la
vida es eso, un transitar constante sin ataduras ni miedos para lograr los
objetivos personales y colectivos, en pro de la EVOLUCION humana.
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