Mucha gente se preocupa del destino, del que
deparara mañana o simplemente que tiene el futuro preparado para cada uno, sin
embargo pocos avizoran que ha determinado su presente para que al menos
comience a pensar tal negocio imaginativo y si por el contrario, esa conexión de
imágenes en el cerebro están en paralelo acompañadas por acciones en pro de
algo. Como si se tratase de un robot estandarizado para ejecutar una operación fija, esta es una situación a la
que muchos pueden estar expuestos al levantarse, al acostarse, cuando te
trasladas en transporte publico, o simplemente cuando estas inserto en una cola
de trafico inmensa, lo que es lo mismo, no dejamos de pensar en lo que esta por venir en casi ningún segundo del día. Estudios han demostrado que en ciudades como Caracas-Venezuela, cada persona gasta ¼ del día y “hasta mas” sencillamente transportándose
(autobús, metro, caminando, taxi, carro personal o el de un pana que quiere invertir tiempo en ti, etc), lo que demuestra en cierto sentido la
validez del planteamiento preconcebido que tenemos todos en relación al futuro
y, el tiempo que a lo largo del día dedicamos a ello. Pensamiento inocuo? La vida nos lo dirá.
Cabe destacar, en ciertas ocasiones a modo de gastar tu tiempo, la
curiosidad trasciende un poco mas allá y comienzas a buscar razones al sin
sentido o a lo que no tocas (la persona que alguna vez haya tocado un pensamiento,
por favor escríbame y dígame como se siente), en fin, intentas armar tu propio
parapeto de ideas para justificar porque tal persona se comporto así o porque dije tal
cosa en frente de esta otra persona. Y la verdad es, luego de unas cuantas
observaciones y análisis somero o profundo del devenir cotidiano (realmente no tengo escala para
justificar mi adjetivo), ESO NO IMPORTA. Lo que hizo tal persona, o lo que dije
en frente de alguien corresponde a la simplicidad de un hecho coyuntural que se
presento en ese instante, es decir, así lo consideró nuestro cerebro y por
tanto debe ser correcto. No pudo haber sido distinto porque no puede cambiarse,
además, al intentar justificarte para subsanar lo que pudieras considerar un horror,
probablemente oscurezcas la imagen que para la otra persona fue efímera y que
en frente de tu interés desproporcionado en caer en la perfección inexistente, rescatas
una situación que comienza ahora en una dirección real a inclinarse en tu
contra. Dejar que los hechos fluyan y callar en lugar de aclarar infinitamente,
no es un hecho punitivo y en la mayoría de las ocasiones ventajoso.
El futuro en general no depende de hechos
intrascendentes, de situaciones que ocurren a la velocidad de la luz, mas sin
embargo se soporta en los hechos repetitivos que ha fuerza de frecuencia
comienzan a inclinar “tu suerte” hacia un lado en particular. Es decir, si en algún
momento tienes un deseo fuerte e irreprimible de conocer que depara el mañana
para ti, no es precisamente un hecho corto como una mala palabra que dijistes en
frente de alguien que no debías, cruzar la calle en una sección distinta al
rayado de cebra, picar el ojo a una chica, gesticular expresando rechazo, gaguear
en frente de alguien por temor o admiración; sino mas bien, esa acción que como
reflejo de tu ímpetu y constancia comienza a determinarte como persona y a
definir un adjetivo que sea sinónimo de ti.
Un error no determina nada, por tanto no hay
que temer a las equivocaciones. Incluso, me atrevería a formular una hipótesis rezando: “Mientras mas quieres no equivocarte, mas seguro te equivocarás”. El
trabajo, por el contrario, describirá tu presente y escribirá tu futuro sin que
te des cuenta, sin que te percates, sin que lo observes, simplemente hablara
por ti como si se tratase de una sinfonía tocando la melodía de tu vida, dando
fortaleza a tus ideales y alegrando el entorno a quien quiera entrar en
resonancia contigo.
La simplicidad de las cosas y la honestidad
de los hechos reduce la situación a una regla muy sencilla: “Si vas a hacer
algo, hazlo bien”. Con ello estarás ocupando tu mente en un trabajo que de cajón
es productivo y además, comenzaras a transitar por el mañana de una manera
sutil pero firme, como quien no quiere divertirse pero esta teniendo una fiesta
interna, celebrando la satisfacción en lo que se hace y el resultado en lo que
se avecina. Eso lo suelo llamar, LOGRO.
Comments
Post a Comment